Sobre nosotros

Podrás encontrar el Salón Élite de la marca Albert & Frank en pleno corazón de Altea. Un salón que se caracteriza por su luz, calidez y elegancia.

Nuestra historia

Pasión por la belleza
desde Francia en 1960

Albert & Frank, toda una historia que empezó con la matriarca de la familia, Paola Martínez, que debutó y se hizo un hueco en el más prestigioso salón de peluquería en aquellos tiempos en París, Jean Louis David. Eran los años sesenta, trabajó muy duro y se convirtió en una gran colorista. Tuvo 4 hijos a los que inculcó su amor por la profesión. Todos ellos abrazaron el mundo de la peluquería y la estética con pasión.

En un primer momento se separaron para estudiar y formarse tanto en escuelas y firmas francesas como inglesas. Jean Louis David, Tony and Guy…

Pasados unos años se juntaron y fusionaron todo su saber hacer, pero siempre sin olvidarse de sus raíces, la belleza francesa, base de su inspiración, la elegancia, la sofisticación y la naturalidad.

En el año 1995 abrieron su primer salón en Valencia, siendo un éxito desde su apertura.

De los 4 hijos, Yolanda, junto con su hija Irene se dedicaron a la estética, mientras que Claire, Juan y Alberto se dedicaron a la peluquería.

En poco tiempo se convirtieron en el grupo artístico de Loreal Profesional París, impartiendo cursos tanto en España como en el extranjero. Recorrieron ciudades como Madrid Barcelona, Valencia, Zaragoza y sin olvidarnos de todo el norte de España. París y Berlín fueron otras capitales donde tuvieron el honor de acudir. También trabajaron para publicaciones tan conocidas como Coiffure, revista profesional en peluquería.

Hacia el año 2005 ya teníamos 10 salones abiertos en diferentes ciudades de la geografía española.

Hoy por hoy una tercera generación sigue con la profesión. Irene Naranjo en estética y Cristina en peluquería.

Podrás encontrar el Salón Élite de la marca Albert & Frank en pleno corazón de Altea. Un salón que se caracteriza por su luz, calidez y elegancia.

¡Te esperamos!

«La belleza es una actitud, y en Francia, es un arte de vivir.»

L’Oréal París